"Para empezar, maestro y alumno profesan, sobre los problemas esenciales, una fe distinta. El primero no le transmite al segundo una verdad teológica o filosófica, sino que le ofrece el ejemplo vivo de cómo se busca, le enseña la claridad del pensamiento, la pasión por la verdad y el respeto a los demás, que es inseparable de esta."
"El maestro es tal porque, aun afirmando sus propias convicciones, no quiere imponiéndoselas a su discípulo no busca adeptos, no quiere formar copias de sí mismo, sino inteligencias independientes, capaces de ir por su camino. Es más, es un maestro solo en cuanto que sabe entender cuál es el camino adecuado para su alumno y sabe ayudarle a encontrarlo y a recorrerlo, a no traicionar la esencia de su persona."
[...] Contar con auténticos maestros es una suerte extraordinaria, pero, pero también es un mérito, porque presupone la capacidad de saberles reconocer y saber aceptar su ayuda: no sólo dar, también recibir es un signo de libertad, y un hombre libre es quién sabe confesar su debilidad y coger la mano que se le ofrece."
MAGRIS, CLAUDIO: Utopía y desencanto,
Barcelona, Anagrama, 2001, pp 39-40
El maestro debe adorar su trabajo, le tiene que divertir, sino, no puede ser un buen maestro. Para ello es interesante echarle un vistazo al documental de "la educación prohibida".
ResponderEliminarGracias Gumi, no sabía de ella, la veré y si me parece interesante que con lo que me has dicho seguro que sí, la colgare aquí para que el resto de interesados pueda verla.
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